viernes, 30 de junio de 2017

NOVENA Y PROCESIÓN EXTRAORDINARIA.

Traemos a este apartado, un hecho que acontació hace ya muchos años. La narración de acontecimientos que os proponemos, de la cual hemos tenido conocimiento recientemente, sucedió en La Bañeza en 1855 y forma parte por tanto de la Historia de la Ciudad en general y de la Cofradía en particular, por estar implicada en los hechos finales que la acompañaron.
De forma resumida, los acontecimientos sucedieron así: entre los meses de agosto y noviembre del mencionado año de 1855, se produjo en La Bañeza una epidemia de cólera que afectó a gran parte de la población, inquietando y dañando a sus habitantes. 
Gracias a la labor de un médico y de un sacerdote, mucha gente encontró no sólo apoyo, sino también curación, por lo que los habitantes decidieron agasajar a éstos y dar las gracias a la Misericordia Divina, en forma de celebraciones con procesión y novena extraordinaria.


Os mostramos a continuación el texto transcrito en su totalidad para su mejor lectura y comprensión:
Muy Sr. Mío:
Si las buenas actuaciones merecen publicidad por ser esta el medio de estimular a la virtud y de contener el vicio, no será de más que el periódico religioso que Ud. tan dignamente redacta, transmita al público las que en La Bañeza han tenido lugar en estos días. El cólera afligió a esta población desde Agosto hasta principios de Noviembre último, ocurriendo sucesivamente durante tan largo periodo un número considerable de casos, que por evitar el pánico, supo esconder a la penetración del vulgo el médico titular de esta Villa D. Telesforo Cano, quien con imperturbable serenidad, auxiliado del racionero D. Ángel Baquero, encargado de la Parroquia de Santa María, en cuyo distrito hubo mayor número de invadidos, persuadía a todos que no eran de temer los efectos del contagio. Aquel facultativo y este Sacerdote impávidos e incansables de noche y de día llevaron el alivio y el consuelo al lecho de los moribundos, dando ejemplo de valor y caridad y socorriendo de su propio bolsillo a muchos pobres.
Por último, en fin de Octubre se despidió la cruel epidemia, ensañándose en dos familias cuyos individuos desaparecieron en pocos días, lo que causó alguna consternación. Pero no habiendo ocurrido desde entonces caso alguno, los que saben agradecer los beneficios de la Divina Misericordia, se propusieron celebrar una solemne función religiosa en acción de Gracias al Todopoderoso y en efecto tuvo lugar una Novena en la Capilla de N. P. Jesús Nazareno, que concluyó en cuatro del corriente con una lucidísima Procesión y todo a expensas de los habitantes del barrio inmediato a dicha Capilla. Fue brillante la solemnidad y numerosa la concurrencia, tanto a los Divinos Oficios del Novenario como a la confesión, comunión y Procesión del expresado día. La Clerecía asistió gratuitamente a éstos actos, distinguiéndose el virtuoso racionero D. Ángel Baquero que los presidió con tan esmerado como desinteresado celo.
Asisiteron con sus Insignias y cirios la Cofrdía de Jesús, un coro de niñas que entonó sencillos himnos y llevó sus ofrendas al Altar y la Banda de Música de la Milicia Nacional con su correspondiente escolta. Todo esto prueba que si hay pecadores, como en todas partes, no se ha extinguido la llama de la piedad en el corazón de los habitantes de éste pueblo, cuyo espíritu religioso se obstenta en cuantas ocasiones se ofrecen.
Soy de Ud. afectísimo
Anselmo García Serantes.
La Bañeza a 5 de Diciembre de 1855. 

Los hechos citados se recogen en el Boletín Eclesiástico del Obispado de Astorga y como tal debemos darlos por ciertos. Pero además podemos comprobar como el mencionado "Racionero" D. Ángel Baquero, aparece reflejado como Capellán de la Hermandad y nombrado como tal el 18 de Febrero de 1855 en el Libro de Cabildos de la Cofradía.




Recorte Libro de Cabildos.

 
Libro de Cabildos. 1855